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Educación y Cultura

Este blog está dedicado a la publicación de trabajos educativos hechos para el
ramo Principios de la Educación y para exposición de articulos relacionados con
la Educación y el acontecer educativo de nuestro país.

lunes, 25 de agosto de 2008

Ignacio Domeyko: Un educador en terreno


Nació en Missik, el 21 de Julio de 1802, territorio polaco en esa época, hoy Lituania. Estudió en la Universidad de Vilna, graduándose en Ciencias Físicas y Matemáticas, lo que iniciaría su vida como científico; y en 1831 participó en la revolución para la liberación de Polonia contra Rusia, después de la cual tuvo que emigrar, por la derrota de su país. Viajó a Francia y se convirtió en un viajero obligado.


En 1838 fue contratado por el Gobierno de José Joaquín Prieto para desempeñarse como profesor de química y mineralogía en el liceo de Coquimbo, con el propósito de fomentar el desarrollo minero mediante la incorporación de tecnología y conocimientos científicos.


No en vano, Ignacio Domeyko es reconocido en Chile como el padre de la mineralogía. Entre sus contribuciones a este ámbito destacan: la fundación de la Escuela de Minas en la IV Región; instaura la profesión de ensayador comercial, la cual consiste en vender el mineral con el precio fijado de acuerdo a la ley -contenido del metal puro- que este tiene; creó las carreras de ingeniero geógrafo; ingeniero civil de puentes y calzadas; e ingeniero en minas; impulsó a nuevas especialidades, como la realización de mensuras y planos de minas, explotación de minas, mineralogía y geología, física y química; realizó importantes asesorías en materia de legislación y propiedad minera, desarrollando, además, importantes estudios sobre las aguas potables y minerales.


Su aporte al progreso de la minería chilena se puede dividir en tres grandes líneas; el conocimiento geológico del territorio, la renovación de las técnicas de explotación minera, la formulación de nuevas leyes de fomento productivo. La validez de estas propuestas, radica en que ellas se basaron en sus continuas exploraciones y estudios en terreno de las diferentes realidades del sector minero.


Terminada su labor docente en Coquimbo (entre 1840 y 1846) Domeyko realizó numerosas expediciones a través del territorio chileno y los países vecinos.


Cuando pensaba regresar a Polonia en 1847, el Gobierno chileno logró retenerlo, contratándolo como profesor de química y mineralogía en el Instituto Nacional.


Su permanencia definitiva en Chile se afianzó cuando las autoridades le concedieron la nacionalidad por gracia (La adquisición de la nacionalidad por gracia es un honor que el Estado le concede por ley a un extranjero considerado gran servidor de la patria. En este caso, no se está obligado a perder la nacionalidad de origen).


Domeyko tuvo una participación relevante en la fundación de la Universidad de Chile y en el desarrollo de la formación educacional y profesional de dicha institución, es por esta razón que fue elegido miembro de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile en 1866 y en 1867 fue nombrado rector de esa casa de estudios superiores, cargo que mantuvo hasta 1883.


Organizó los estudios orientados a las ciencias prácticas, lo que se manifestó en la transformación de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas en una escuela de ingenieros. Esto constituyó un valioso aporte a la industria minera, que hasta entonces carecía de profesionales capacitados.


En 1883 decidió dejar su cargo de Rector de la primera universidad nacional, renunciando también a sus clases de química, mineralogía y geología. Ya tiene 81 años de edad. La Cámara de Diputados le otorga una pensión vitalicia. Decide visitar Polonia y viaja con su familia recibiendo honores en Cracovia, Varsovia y Lituania. También visita Francia e Italia.


En los últimos años de su vida, entre 1884 y 1888, Ignacio Domeyko viajó por última vez a Polonia. Regresó a Chile con un saco de tierra nativa, que depositó en el patio de su casa en la calle Cueto, en Santiago, donde murió al año siguiente.


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